Acoger a personas indigentes y desamparadas con padecimientos incurables, atendiendo de manera integral y eficiente sus necesidades materiales, de salud, de afecto y espirituales, para que puedan disfrutar de una vida digna, saludable y plena. Todo ello de acuerdo a las enseñanzas del evangelio y las orientaciones de la iglesia católica como una forma de servir a Jesucristo.